domingo, 25 de abril de 2010

Adelante, pase con confianza, acá somos todos nazis

Ya, tengo que decir dos cosas. La primera es bien corta y tiene que ver con el ya repetido hecho de que no actualizo casi nunca: cada vez que durante más de una semana no escriba, tienen derecho a darme un golpe cuando me vean (a partir de la semana del 2 de mayo), pero me tienen que avisar antes, y con UN golpe basta, no se aprovechen (voy a ver si puedo poner un contador de golpes en el mismo blog). La segunda cosa es la entrada misma del blog...
Estas dos semanas he gastado una cantidad grosera de plata en libros. No es que me moleste comprar libros o gastar plata en ellos, es que la cantidad de dinero gastado no es proporcional a la cantidad de libros adquiridos... DOS. Adjunto un capítulo corto de uno de ellos:

Silvio Sabático, Buenos Aires, 1901-Buenos Aires, 1994

Entres sus propuestas juveniles se cuenta la restauración de la Inquisición, los catigos corporales públicos, la guerra permanente ya sea contra los chilenos o contra los paraguayos o bolivianos como una forma de gimnasia nacional, la poligamia masculina, el exterminio de los indios para evitar una mayor contaminación de la raza argentina, el recorte de los derechos de los ciudadanos de origen judío, la migración masica procedente de los país escandinavos para aclarar progresivamente la epidermis nacional oscurecida después de años de promiscuidad hispano-indígena, la consesión de becas literarias a perpetuidad, la exensión impositiva de los artistas, la creación de la mayor fuerza aérea de Sudamérica, la colonización de la Antártida, la edificación de nuevas ciudadaes en la Patagonia.

Fue jugador de fútbol y futurista.

De 1920 a 1929 escribió y publicó más de doce poemarios, algunos de los cuales obtuvieron premios municipales y provinciales, y frecuentó los salones literarios y las cafeterías de moda. Desde 1930, encadenado por un matrimonio desastroso y por una prole numerosa, trabajó como gacetillero y como corrector en varios periódicos de la capital y frecuentó los tugurios y el arte de la novela que siempre le fue esquivo; publicó tres: "Campos de Honor" (1936), que trata de desafíos y de duelos semi clandestinos en un Buenos Aires espectral, "La dama francesa" (1949), un relato de prostitutas generosas, cantantes de tango y detectives, y "Los ojos del asesino" (1962), curiosa premonición del psycho killer cinematográfico de los 70 y 80.

Murió en el asilo de anciano de villa Luro, con una maleta repleta de viejos libros y manuscritos inéditos por toda posesión.

Sus libros nunca se reeditaron. Sus inéditos probablemente fueron arrojados a la basura o al fuego por los celadores del asilo.
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No se asusten, todo lo anterior es falso. Porque de eso se trata "La literatura nazi en América", uno de los libros que me compré: de todos los autores nazis que escribieron en nuestro continente, sus relaciones políticas, sus tentativas de atentados políticos, sus utopías raciales en una América inexistente, sus proyectos literarios de una América fascista conquistada a partes iguales por Alemania y por Japón. Y es todo mentira. Bolaño lo inventó todo. Es, más que una declaración de ética literaria, un libro muy, MUY divertido. Recomendable. Pero repito, caro...

Y para no tener problemas de copyright: TODO LO ANTERIOR ES PROPIEDAD INTELECTUAL DE ROBERTO BOLAÑO, NO HE ESCRITO NADA DE ESO Y NO LO ESTOY DIFUNDIENDO CON FINES COMERCIALES.

Saludos a todos.