viernes, 25 de enero de 2008

Supeditado al poder femenino

No he escrito nada en dos semanas porque estoy dedicado a la pega. No hago mucho: estoy pegado a una maquinita con botones y tengo qe apretarlos cuando lo amerite la situación, pero es dentro de un recinto en que la temperatura ronda los 47-48 grados, así que 3 horas seguidas en esa situación no son muy agradables.


Lo que quiero comentar ahora, es que tengo 4 jefes directos y como 25 jefes indirectos. Lo más gracioso de todo es que son puras mujeres: desde una señora con cara de no haberle visto el ojo a la papa en años, hasta otra señora un poco mayor con aire maternal, que me enternece de solo verla y tratar de hablarle, poque además de ser un poco ciega, está quedando progresivamente sorda, pasando por dos "casi jefas" que son menores que yo, pero a las que tengo que hacerles caso.


En mi grupo de trabajo somos 2 hombres, contra 8 mujeres, por lo que mi palabra pesa menos que una bolsa de bostas de perro.


sábado, 12 de enero de 2008

La electrónica y yo

Al parecer, las máquinas electrónicas tienen algo contra mi. Ha sido un proceso paulatino, pero constante: cada vez que compro, me prestan o me regalan cualquier cosa electrónica, ésta adquiere la mala costumbre de no funcionar. Ennumero:

-Un Ipod shuffle, nuevo, no funciona.
-El Play2, no lee todos los juegos.
-La impresora, no imprime.
-El computador, por más que le meto mano y trato de arreglarlo, se empeora más.
-El grabador de CD.
-La radio... la hijaputa reproduce todos los CD menos los míos...

Parece chiste. Pero es verdad.



RISE OF THE MACHINES!!!! against me... ¬¬

sábado, 5 de enero de 2008

Tekkonkinkreet

La descripción que venía en la caja "Blockbuster" de esta película no me dijo mucho, pero como me gusta la animación, y esta no la había visto, la llevé de todas formas. La carátula decía algo así: "Las calles pueden ser tiernas y brutales para los niños. En ciudad Tesoro, Negro y Blanco luchan por sobrevivir y consolidarse como amos de las calles". No decía mucho. Y al verla me encontré con algo mucho más profundo y sobrecogedor.

La historia trata sobre dos niños, Negro yBlanco (Kuro y Shiro en japonés). Negro tiene unos 13 años, y su forma de ver la vida pasa por la fuerza bruta y la violencia. Blanco acaba de cumplir 10, pero es tan puro que actúa como un niño de 3 años. La vida de Negro siempre ha estado ligada a la de Blanco, ya que es una especia de protector para él, llegando incluso a vestirlo. Todo cambia cuando una compañía extranjero llega a la ciudad con la intención de construir un parque de atracciones infantiles. Enterados de esto, Negro y Blanco se oponen, pero se topan la furia del dueño de la compañía, el señor Snake, que envía una orda de asesinos a ocuparse de ellos.

Todo cambia cuando los niños se separan, y terminan dandose cuenta de que son uno y no pueden existir separados: Negro enloquece y Blanco se va con unos policías que cuidan de él. No les voy a contar el final, les dejo algunas imágenes.







miércoles, 2 de enero de 2008

Mi evolutivo conocimiento sobre Edgar Allan Poe








Encontre uno de las muchas ediciones que tengo en la casa de las "Narraciones Extraordinarias" de este genial escritor.


Mi primer acercamiento a Poe fue cuando a los 11 años por casualidad encontré un libro de texto de tercero medio, y mientras lo hojeaba, encontre el cuento "El escaraabajo de oro". No creo que me haya demorado más de 30 minutos en leerlo. Luego de eso, junté unos pocos pesos y me compre un tomo bien barato de "Narraciones extraordinarias" (el que encontré hoy en la mañana). Incluía "Metzergenstein", "Los Anteojos", "El pozo y el péndulo" y "Los crímenes de la calle Morgue" (para los que lo han leído: ¿nos les da la sensación de que Dupin y el narrador tienen una relación un poco... gay?).

Con el paso del tiempo, me regalaron una edición de las Narraciones en dos volúmenes, que contenía: todo lo antes mencionado, "El gato negro", "El corazón delator", "El asesinato de Marie Roget", "La caída de la familia Usher", "Eleonora", "Manuscrito hallado en una botella", "Un descenso al Maelstrom", "El barril de amontillado", "La verdad sobre el caso del señor Valdemar" y otros que no me acuerdo...


Tiendo a creer que gracias a Poe comencé a enamorarme de la literatura. Y creo que Poe dio en el clavo en un asunto muy cierto: el terror es necesario. Nos hace sentir como niños, como niños que se asustan con el silencio, con la noche, con la oscuridad.


Gracias Edgar Allan Poe...


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Además, quiero hacer un sentido homenaje al recientemente fallecido Julio Martínez, el único periodista que merece mi completo respeto y admiración, el hombre que supo dignificar la profesión, y que transformó el periodismo deportivo en algo más, al llevarlo a un nivel superlativo de profesionalismo y estilo. ¡Hasta siempre, Jota Eme!