martes, 16 de diciembre de 2008

Lo bueno de la guerra

No es que me agrade la guerra, pero reconozco que sí tiene algo bueno: las películas que posteriormente aparecen.
Es un error prnsar que todo el cine bélico tiene por finalidad el mostrar explosiones de bombas ni mucho menos, ese es un género un poco gastado (aunque siguen existiendo monstruos cinematográficos, como Saving private Ryan, Enemy at the gates). Las buenas películas bélicas son aquellas en que las mutilaciones no son lo escencial (aunque nuevamente me tengo que remitir a las citadas previamente, ver a Jude Law perforando cráneos nazis es impagable), sino que se usa el contexto para decir algo más. Haré aquí referencia a algunos casos que me parecen emblemáticos:
-"The thin red line" ("La delgada línea roja" en castellano): narra la historia de cómo el ser humano se va deradando lentamente en un ambiente bélico. Ambientada en Vietnam (la vi hace mucho, por eso lo escueto).

-"Hombre mirando al sudeste": película argentina, la pongo aquí a pesar de que no hay ningún balazo ni nada, es la historia de un siquiatra que recibe a un paciente que dice provenir de otro planeta, y el cual todos los días se para en el jardín del hospital, mirando al sudeste. La razón nunca la explican, pero las referencias son claras: el pobre loco es un sobreviviente de la campaña de Malvinas, y representa a toda la generación de jóvenes que volvieron traumados y enloquecidos luego de la campaña.

-"Iluminados por el fuego": otra argentina, cuenta la historia de un joven soldado que luchó en Malvinas, y durante un viaje a las ahora Islas Folkland, revive todos los horrores que le tocó presenciar. Bastante fuerte, en contenido y en imágenes.

-"Glory": ambientada durante la guerra de Secesión, cuenta la historia de la creación de un batallón compuesto íntegramente por negros. Trata más que la guerra misma, el tema del racismo y la exclusión. y Tiene un muy buen reparto, Denzel Washington y Morgan Freeman incluídos.


Vean cine bélico, vale la pena soportar algunas minutos de bombas, explisiones y balazos... la degradación moral del hombre queda patente.

lunes, 8 de diciembre de 2008

A.M.

Me gusta levantarme temprano.Nunca más allá de las 10.
Esto porque probablemente estoy condicionado, producto de los años y años despertando temprano, apoyado por el siempre oportuno despertador o el grito del "está listo!!!". Da lo mismo la hora a la que me haya acostado, siempre despierto entre las 8 30 y las 9.
Son pocas las personas que comparte
nmi afición a la mañana.Es agradable esa hora: no hace calor, el aire es más fresco, las calles se ven distintas, y el desayuno temprano tiene un gusto diferente.
Tonteras que le pasan a uno...
Por otra parte, y en un tema totalmente ajeno... Hoy es tiempo de un comentario musical (que ha estado ausente de este blog): el día de hoy (a todo esto, son las 8 30) hablaré algo de Johnny Cash,músico que me ha tenido bastante obsesionado ultimamente.

El folk gringo tiene la particularidad de ser la encarnación del espíritu yanki: maldito judío, no me toque los cojones o te vuelo los sesos con mi Colt 45. En serio,basta con es cuchar las líneas armónicas y te invade una sensación rara: probablemente porque mezclan sonidos, utilizando para ello todo tipo de instrumentos, desde guitarras a leña hasta eléctricas, y percusiones tradicionales y actuales. El resultado es un sonido bastante amplio y rico, muy expresivo. Pero que me desagrada. Hasta que escuché a Johnny Cash.

Cash no es distinto: su sonido tiene la misma expresividad del folk que no me gusta. Pero es la profundidad de su voz la que lo hace ser distinto. Una voz algo aguardentosa, casi desafinada, muy grave, gutural, pero que mezclado con la música genera un efecto que es realmente sorprendente.