miércoles, 15 de octubre de 2008

El Holocausto zombie

Los zombies existen, y el holocausto que provocarán es una realidad indiscutible, patente y lo peor de todo: inevitable.
No pienses que esto es algo alegórico. Me refiero a zombies reales: cuerpos sin vida, reanimados mediante alguna clase de virus o ritual vudúsemilegendario y de dudosa procedencia, pero indudable efectividad. Estos cadáveres se mueven únicamente por el instinto más básico de todos: el hambre. Supongo que está de más decir que sus presas principales serían los seres humanos.
¿Qué implica un holocausto zombie?
A corto plazo, un descenso drástico de la población humana, y un aumento exponencial de la cantidad de zombies que veríamos deambular por las calles. Esto debido a que toda víctima de un zombie también pasa a serlo.
A largo plazo, implica el replanteamiento de las bases de la sociedad humana, que se vería obligada a adoptar un nuevo modo de vida, el que tenga implícita la lucha y la resistencia frente al enemigo común representado por los no-muertos.
También esto puede significar que los zombies tomen nuestro lugar, pasando desapercibidos para nosotros. Lo preocupante es que pueden utilizar el puesto de trabajo de las strippers, en cuyo caso, estaríamos en serios problemas. (En todo caso, tenemos a una silenciosa y valiente paladina que se ha alzado como último bastión de la resistencia humana contra as strippers zombies... su nombre Lía Espinoza)
¿Cómo sobrevivir a este dramático y próximo acontecimiento?
No resulta complejo: un zombie básicamente puede ser eiminado mediante la destrucción de su espina dorsal o su cabeza.
Estemos alerta. Será pronto, y será silencioso. Y sobretodo, sera mortal.


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