Mi santa favorita

Nunca he vivido demasiado a fondo la religiosidad. No puedo comprender cómo tener fé en algo tan abstracto, o como depositar mi fé en una imagen enmarcada malamente en la pared de alguna iglesia. No es que critique a los devotos, únicamente no los comprendo del todo.

Pese a todo, descubrí a Santa Teresa de Jesús. Esta dama, vivía lo que la iglesia deomina "transverberación": un éxtasis místico en el que tenía visiones de la gloria del Señor. Afortunadamente para nosotros, puso estas visiones pos escrito, por lo que podemos saber exactamente qué sentía y veía durante estas experiencias ultraterrenas:
"...sentía que me desgarraba las entrañas con una punta como de flecha, y yo gritaba y gemía de dolor, y era tan intensa la dulzura de este dolor, que no podía desear que cesara...". Depués sigue, pero me quedo malintencionadamente con ese fragmento.

Tiempo después, Bernini la inmortalizaría en estas dos interesantes esculturas:
Gracias Teresa de Ávila: inventaste el soft porno.